Una monografía titulada «Ángela Ruiz Robles y la invención del libro mecánico» acaba de ser publicada por el Ministerio de Economía y Competitividad. El libro es un conjunto de estudios y artículos sobre esta mujer nacida en León en 1895 y afincada en Ferrol, donde murió en 1975, que desarrolló su carrera profesional comomaestra, empresaria e inventora, según figura en la reseña.
Ruiz Robles fue autora de dieciséis obras sobre gramática, taquigrafía y ortografía, inventora de un nuevo método taquigráfico, y premiada con la distinción de Alfonso X El Sabio en reconocimiento a su carrera y con la medalla de oro en la Exposición Nacional de Inventores Españoles y la medalla de plata en la Exposición Internacional de Inventos de Bruselas.
También obtuvo premios por sus patentes sobre los libros mecánicos y la enciclopedia mecánica. De esta última, se conserva un prototipo realizado en el parque de artillería de Ferrol y que actualmente se expone en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología de A Coruña.
Según los autores, la aspiración de facilitar el aprendizaje a su alumnado, su obsesión por el peso de las carteras, unido a su convicción por la necesidad de transformar la educación tradicional basada en la memorística hacia la enseñanza interactiva y razonada, le llevaron a idear en los años cuarenta un nuevo formato de libro destinado a la enseñanza.
Pulsadores, luz y sonido
La enciclopedia mecánica de Ángela Ruiz Robles se podía colocar en horizontal o vertical y ella misma calificaba su libro mecánico como ideovisual, didáctico e interactivo, con textos que relacionaban ideas, lo que hoy denominaríamos hipertextos.
En su esquema las materias se instruían en distintos idiomas, se fabricaban los libros con material ligero y estaban armados de pulsadores, luces, lentes y bobinas, con posibilidad de escritura, luz y sonido. Estas prestaciones y el diseño de la invención están estrechamente emparentados con el ebook o el iPad y las tabletas actuales, que surgieron a finales de los años noventa y principios del siglo XXI y que empiezan a implantarse en las escuelas hoy, indican estas fuentes.
En la publicación se recogen las dos patentes de invención, la fechada en 1949 y otra posterior que data de 1962. Entre una y otra se desgrana el proceso creativo que llevó a la maestra de la idea de libro mecánico al prototipo de enciclopedia mecánica. Como prueba de la diferencia entre los dos inventos, se han rescatado del archivo de Ángela Ruiz Robles, propiedad de sus herederos, antiguos planos, imágenes, manuscritos, fotografías, e incluso el dibujo hecho a mano por Ruiz Robles del proyecto original que no llegó a construirse de la enciclopedia mecánica.
Asimismo, la publicación se hace eco de multitud de declaraciones que la maestra realizó a prensa, radio y TV de la época, y ahonda en el perfil humano del personaje a través de los recuerdos compartidos por su familia. “El futuro habla, pero pocos comprenden lo que dice”, así comienza esta monografía, que concluye con la carta “Querida bisabuela” que le dirige a Ángela Ruiz Robles su joven bisnieta, María.
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